"No mija, no crea que le voy a seguir el ritmo, me voy".
Es sabido que las mujeres nos demoramos más para llegar. Más que los hombres digo. Y cuando hablo de llegar no me refiero a trasladarse a ningún lugar, sino de "venirse", "chorrearse", o como le digan ustedes al acto sin par de tener un orgasmo. Yo no soy ajena a eso, llego tarde casi siempre. Por lo regular, cuando pasa, mi pareja ya está dormida y tuve que ayudarme con un juguetico.
El año pasado hasta me metí en terapia a ver si la situación cambiaba, pero que va, no ha cambiado nada, sigo llegando tarde, ahora cuando lo hago, ya mi pareja ni siquiera está ahí, porque mis orgasmos vienen ahora por teléfono, o por la webcam. En estos casos me ha tocado recurrir a salas de chat con impúberes calenturientos, pero hasta bueno nunca le faltan a una. Aunque me siento un tanto enferma, pero me justifico en que es normal, Internet es para la pornografía, no para otra cosa.
Pero ya me mamé. No del verbo mamar literalmente, para eso necesitaría unas costillas menos, y no estoy para someterme a una cirugía tan complicada ahora, por más ganas que tenga. Me mamé de mi familia, como ya les relaté antes, y me mamé de llegar tarde y con la ayuda de aparatos externos. Me mamé de tener que cambiar de nombre cada noche para atrapar a otro incauta navegante con ganas de mostrar su pilín, que se muestra ENOJADÍSIMO al saber que ni tengo 20 años, ni estoy buena como les digo. Necesito un machacante que me comprenda, que me dé lo que necesito y me haga llegar con él. Me voy a poner en esa tarea, y a los dos que tres que leen estas líneas, se los prometo sobre la integridad de mi juego de vibradores: !ESTE AÑO ME CONSIGO UN PUYÓN QUE ME DÉ LO QUE NECESITO¡
Porque no es justo, ahora por todo lado hablan de sexología y consejos para mejorar la vida sepsual. Aunque muchas como solución han optado por volverse lesbianas, pero yo no quiero llegar a eso, soy una fanática del pilín. Les pregunto a los desocupados que me siguen, ¿Llegan a tiempo?
En muchos lugares llegar a tiempo es una obligación ineludible. En Europa, con Suiza a la cabeza, nos dan ejemplo, mientras que en América latina nos olvidamos con frecuencia de este valor. Les pregunto a ustedes amables lectores, ¿Son impuntuales?
Tags:Puntualidad compromisos Reflexiones decretos propósitos Lully valores