Viajera Lunática

Por Tutty - 21 Abril 2008 Categoría: Inflexiones


"(…) En las noches de luna llena aúllo cual loba en celo (…)".
(Mucho, mucho, lo poetisa que soy, oiga)


Estaba en el tendedero de mi apartamento, planchando, lavando y bregando a desmanchar el labial de una blusa que me tiré por andar de sucia y colocarme a besuquearla cuando noté que entraba esa tenue lucecita que me coloca más calentona que de costumbre una vez al mes. Al atravesar el umbral, me topé otra vez con la luna que me penetraba como ya nadie lo hace, iluminándolo todo, llena, radiante. Miles de estrellas le acompañaban formando una orgía de fulgores que invadía los espacios aireados de mi lugar, mientras la brisa pasaba con mañita hacia mi interior. Mi interior, para que suene como más erótico y haga que los calentones que leen esto se imaginen lo más sucio, o sea la verdad: que soy sucia y me las doy de erótica.

Los que se han atrevido a echarme a su muela lo han hecho con el cuentico de que me regalan la luna -y encima robada-, de puros cursis que son, pero ellos saben que la cursilería es mi elemento. La otra vez con uno en un potrero, el hombre ya me había emborrachado para que se lo soltara rapidito, lo que llaman "la del pisco", subió su mano por mi blusa y me quitó todos mis brassieres y aprovechó para manosearme y pasarle su babosa lengua todo lo que pudo por mis pezones, a lo que accedí lo más de gustosa. Terminamos entrepiernados bebiendo a pico de botella, y el muy amarreto lo único que atinó a decir era que me regalaba la luna.

Entonces recordando esos bellos momentos de mi juventud le reclamé al vecino que por qué no me había echando ese cuento reforzado de que se robaba la luna para mí. Me contestó: "Yo mejor para usted me robo una panadería, para colmarla de mogollas chicharronas y roscones de arequipe, mamita", contestó ... y con esas elocuentes palabras si que me entregué para que me penetrara con más de sus vergorrea gritando una orgía de cursilerías en el proceso como "poseyeme papi" y "ahora regalame un planeta", cuidando que mis palabras tuvieran todo el doble sentido pseudo erótico del caso... Esa noche dejé abiertas las cortinas de la pieza para que al menos la luz de la luna se filtrara y me morboseara, como ya ni el vecino lo hace, mientras yo me imaginaba que estaba con alguno de esos galanes de las telenovelas del medio día que tanto me gustan, para que me digan esas palabras tan elegantosas que tanto me seducen. ¡Quién tuviera veinte años menos!.

Foto: "Luna" de rahego / Flickr - Liciencia CC-BY

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