Gruñidos

Por Tutty - 1 Mayo 2008 Categoría: Inflexiones

"Por simplona, me toca satisfacerme solita"

Quién más sino yo.

Hay quienes follan callados. Una amiga me contaba que no podía gritar como gata en celo cuando la estaban ensartando cual papa en tenedor, como lo hago yo cuando alguien me hace el favorcito. De pura agradecida, claro.

Una vez en un café internet ví a un mancito digitando desaforadamente en un chat porno. Yo me coloqué a distraerlo mandándole besos a ver si me hacía la vuelta. Ni corto ni perezoso mandó el teclado lejos y se me mandó encima, creo que murmuró algo como "a caballo regalado...". Me poseyó allí mismo, en el cubículo 7. Dije "No" una vez y luego me dejé dominar por sus manos fuertes y el roce de su piel ardiente…

Ese "no" de mi parte, quería decir todo lo contrario, lo dije por puro protocolo para no quedar muy zunga en frente de los demás clientes del café. Mis deseos por colmarlo de besos y de sentir todo ese bulto húmedo en mis manos también me seducían. Mi piel ardía, mis poros se abrieron ansiosos (entiéndase por poros: piernas), mi cuerpo se agitaba… la cercanía de la posesión iba acallando las pocas palabras de rechazo, mezclándose con mi respiración agitada, escapándose a sorbitos, mezclándose con sus jadeos entre baboseos y caricias, con sabrosa complicidad.

La silla rimax blanca sorprendentemente resistió el parde bultos, soportando la descarga feroz de la calentura, de nuestras pieles acompasándose rítmicamente, sin pausa, nuestro ambiente amoroso se fue mezclando de besos incontenibles, gruñidos, jadeos, era el clímax, cuando mis labios inferiores succionaban con deseo incontenible su imponente prominencia. Era inevitable no dar aullidos cual ballena jorobada, cual loba en calor, esos que me devuelven remolinos hacia mi interior que se mezclan con mis sentidos auditivos y mi sensibilidad, eran unos gritos tan grotescos que los de café no necesitaron llamar a la policía, ella se orientó por mis alaridos de estrella porno. Me convencí una vez más de que mis gemidos atraen hasta perros callejeros dos barrios a la redonda.

¿No puedo dejar de ser boleta, y ustedes?

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