¿Cómo manosearnos para bajar la calentura?

Por Tutty - 8 Mayo 2008 Categoría: Inflexiones


"Mis abrazos a la blogosfera van más allá del contacto virtual, si me vieran rozando mis tetas contra la pantalla"
Tutty
Me tocó volver a visitar al anciano, obligada, todavía esperando que estos viejos cambien de opinión... disimulo y aparento que no soy tan guarra y descorazonada, hasta lo acompañé a la clínica. Al rato me le volé para el baño a vomitar porque el viejito ya está oliendo como feo y me dieron ganas de devolver la changua del desayuno; mi hermana, la niña de la casa, me acompañó y me sostuvo el cabello por solidaridad, ella comparte conmigo el asquito por mis papás, hasta me apretujó y lloró de rabia conmigo.
Cuando alguien te sostiene el cabello para vomitar es muy significativo para mí. Es que eso demuestra que se preocupan por que una se vea pispa, porque no se le dañe la permanente y le quede oliendo feo, como mis papás. Ahí es donde me pongo a pensar que alguna vez estuve en la barriga de mi mamá y alcanzo a imaginarme que ahí trasboqué la primera vez, dentro del vientre. Eso debió a ver creado un vínculo el macho. Además me coloco a pensar en lo que sería mi nacimiento y me imagino que nací vomitando a todos los que estaban en la sala de partos, de ahí puede venir lo loca que estoy; no creo que la reacción del médico y las enfermeras haya sido de mucho agrado.

Yo soy muy tocona, lo acepto, con esta calentura que mantengo... mejor dicho, no desaprovecho oportunidad para rozarle las tetas a todo el mundo, eso me coloco hasta con la piel de gallina, y toda mi abundante humanidad se siente armónica, con las tetas sobre otra persona. Porque todos somos calenturientos pero algunos lo disimulan muy bien, como yo cuando intento hacerme la buena hija o la que sé de vainas de las que no tengo ni idea.
Colocándome a pensar en personas con las que me identifico, me acuerdo de Javier, aquel man que dice que, "hay que darlo cuando haya oportunidad, para que no se le suban los polvos a la cabeza a uno, eso hay que liberarlo. Debemos dejar de ser corazas y ser putos todos como vos Tutty, es que siempre me has parecido un ejemplo, vas por el mundo ablandando las piernas al que se te antoja y no te fijas en nada". Y es que sí, nada mejor que manosear y babosear por todas partes sin fijarse, porque a estas alturas que por iniciativa propia algún macho me toque, lo veo como un milagro.

No hay que ser amarrados, ni esperar la quincena para irse a motelear, ni pegarse de las bobadas esas de las campañas de abrazos y mierdas parecidas; podemos manosearnos libremente todos los días y a todas horas, para intercambiar fluidos, toqueteándonos con ganas, aliviando la líbido que se nos acumula, soltando las piernas y convirtiéndonos en el "vasito de agua", ese que no se le niega a nadie. Por esto es que ando sentada en frente de la pantalla sin brasieres, porque cuando se me antoja acerco mis tetas al monitor y ¡LOS ABRAZO!


Me pregunto si alguien se quiere dejar entrevistar para mi futura columna "Empelota en mi Galpón". A ver si algún blogger pajudo se le apunta.
Foto: Cats - Hugging de Chromatophobia /Filckr licencia CC.BY

3 comentarios:

The Fallen Angel dijo...

MMM, pues me encantó tu post!! La verdad es que siempre he soñado con que alguien tuviera esa sinceridad para confesar su calentura. Y, dónde es que vives nena? Pues si vives lejos me conformaría con el cachondeo a distancia, jeje. Bueno, pues que te vaya muy bien y sigue publicando ideas

Anónimo dijo...

me sonó gracioso lo de poner las tetas en el monitor
interesante el post
el mundo parece raro la verdad
pero es por la cultura, y los tabúes
aunque nos hagamos los que somos gente con la mente abierta
nunca somos lo que somos
somos lo que creemos que podemos ser sin que nos jodan demasiado

con algunas excepciones

en un momento llegará a ser todo igual

para los hombres y mujeres

pero estamos muy lejos
hay cosass que no se como llegarán a evolucionar

el hecho de que no se trata a todos por igual
si aprendiecemos a ser menos pajeros

viagra online dijo...

En realidad abrazar es demasiado placentero. Yo debo confesar que cuando hago el amor con mi esposa la abrazo con muchisima fuerza. Eso nos encanta!